Francisco explicó su primer viaje a África. Narró testimonio de monja de 84 años que desde Congo atravesó el río en canoa para verle “El testimonio, esta es la gran misionariedad heroica de la Iglesia, anunciar Jesucristo con la propia vida”, dijo el papa Francisco e instó también a los jóvenes a “quemar su vida por los demás” durante la audiencia general en la plaza de San Pedro este miércoles 2 de diciembre.

Después de su primer viaje a África, el papa Francisco compartió más detalles de su ‘peregrinaje’ a Kenia, Uganda y la República Centroafricana (RCA) en la tradicional audiencia semanal.

El Papa reconoció la tarea de los misioneros que abandonan su vida anterior para ir a África: “Hombres y mujeres que dejan todo, la patria, desde jóvenes, y se fueron allá. En una vida de tanto, tanto trabajo, a veces durmiendo en el suelo. Toda la vida”.

La monja valiente

En este sentido, narró su encuentro con una misionaria octogenaria. “Una vez encontré una monja, era italiana, se veía que era anciana. ‘¿Cuántos años tiene?’, pregunté- 81 años – ‘Ah, no son tantos, dos años más que yo’, dijo sonriendo, el Pontífice que el próximo 17 de diciembre cumplirá 79 años.

¡Así son los misioneros, valientes! ¿Qué hace usted hermana? -‘Soy enfermera y he aprendido poco a poco a ser obstétrica y he ayudado a nacer a 3286 niños”, contó Francisco a los fieles congregados para la audiencia de los miércoles en medio de imponentes medidas de seguridad. De esta manera, el Papa destacó que existen tantos misioneros que “queman su vida para anunciar a Jesucristo. ¿Qué bonito ver esto? ”.

¿Qué quieres hacer de tu vida?

Una vez más, el Papa se dirigió a los jóvenes: “Piensa que quieres hacer de tu vida, es el momento de pensar. Pídele al Señor que te haga sentir su voluntad. Pero por favor no excluir esta posibilidad de volverse misionarios para llevar el amor, la humanidad, la fe en otros países”.

Y advirtió hacerse misioneros, pero no “para hacer proselitismo. Eso lo hacen los que buscan otras cosas. La fe se predica antes con el testimonio y luego con la palabra. ¡Lentamente!”.

Fuente: es.aleteia.org